"Las críticas no serán agradables, pero son necesarias". Winston Churchill.

martes, 23 de diciembre de 2014

Sólo con talento no basta (II)

Hace unos meses hablábamos de futbolistas que, a pesar de sus increíbles cualidades técnicas, no llegaron a triunfar. Ya sea por falta de ambición, de compromiso, de condiciones físicas o incluso de mala suerte, la realidad es que existe una lista larguísima de lo que podríamos llamar “cracks” que se quedaron en mucho menos de lo que apuntaban. No sólo en el fútbol se da este fenómeno, naturalmente. En un entorno tan competitivo como es el deporte de élite, sólo aquellos que reúnen todas las condiciones son capaces de triunfar en plenitud. Vamos a ver algunos ejemplos.

En el mundo del baloncesto tenemos muchos. Tracy McGrady es uno de los más evidentes. Ya en su época de Instituto, aquel chico de Barlow, Florida, dejaba muestras partido tras partido de su enorme talento. Un alero de 2,03 que podía hacer de base sin ningún problema. Es más, excepto de pívot, era capaz de jugar en cualquiera de las otras cuatro posiciones del campo. En aquella época, segunda mitad de los 90, ya empezaba una tendencia insólita hasta el momento y cada vez más frecuente de allá en adelante: el hecho de que chicos de 18 años se presentaran como elegibles en el Draft de la NBA, sin necesidad de pasar por la Universidad. Futuras estrellas como Kobe Bryant o Kevin Garnett, entre otros, desmontaron el mito de que era necesario madurar en las Universidades antes de dar el salto al profesionalismo. McGrady tomó idéntico camino, siendo elegido en la novena posición del Draft’97 por los Toronto Raptors. Allí pasó sus tres primeros años, y ya desde el primer día dio muestras de su calidad a pesar de su juventud. Sin embargo, le tocó vivir a la sombra de un jugador con mucho más cartel mediático, Vince Carter, que curiosamente era primo hermano suyo. De esta forma, durante esas temporadas Tracy se sentía limitado, tanto en minutos como en protagonismo sobre la cancha, y en 2000 decidió volver a casa, a Florida, y fichó por los Orlando Magic. Fue allá donde explotó definitivamente, en un equipo joven donde él era el absoluto líder. Sus puntos por partido se dispararon por encima de los 25, llegando a ser máximo anotador de la liga dos años consecutivos, en 2003 y 2004. Sin embargo, la falta de calidad de la plantilla evitaba año tras año que pasaran la primera ronda de Playoffs. En verano de 2004 McGrady, ya harto de la situación, pidió el traspaso a una franquicia con más posibilidad, y así fichó por Houston Rockets. Junto al pívot chino Yao Ming, el equipo parecía tener mejores mimbres, pero cada temporada la situación se repetía, y pese a que sus cifras individuales seguían siendo buenas, Tracy veía con frustración cómo siempre eran eliminados a las primeras de cambio en las eliminatorias por el título. Además, a partir de la Temporada 2008-2009 las lesiones en las rodillas empezaron a ser cada vez más recurrentes, limitando su rendimiento, y poco a poco su estrella se fue apagando. Sus últimos años fueron un continuo intento sin éxito de recuperar su mejor versión, y tras pasos efímeros por Nueva York, Detroit, Atlanta, San Antonio e incluso la liga china, se retiró en 2013 con apenas 35 años y sin hacer mucho ruido. De esta forma, un jugador con un talento y capacidad anotadora fuera de lo normal, terminó dejando una huella mucho menor de lo que apuntaba, y nunca estuvo ni siquiera cerca de conseguir triunfos colectivos. Falta de calidad en sus equipos, lesiones y un cierto carácter apático e individualista se interpusieron en su camino. Dos anécdotas me vienen a la cabeza al pensar en él: la admiración que le tenía el gran Andrés Montes (suya es la famosa frase “¿por qué eres tan bueno, McGrady?”) y los 13 puntos en 33 segundos que le endosó a los Spurs para remontar y ganar un partido de 2004, en un final apoteósico. Tremendo.


Otro ejemplo claro en baloncesto es el de Allen Iverson. Criado en el estado de Virgina, el joven Allen era un chico problemático. De carácter conflictivo, solía involucrarse con sus amigos en peleas y trifulcas. Incluso pasó unos meses en un correccional. A pesar de todo ello, el entrenador de los Hoyas de Georgetown, prestigiosa Universidad de Washington D.C., maravillado por los partidos que le vio en el Instituto, decidió darle una oportunidad y le ofreció una beca. Sus dos años allí se resumen fácil: terminó como el máximo anotador de la historia de Georgetown. En verano del ’96 los Philadelphia 76ers lo eligieron en la primera posición del Draft, y allí permaneció una década en la que se consagró como uno de los mayores ídolos de la ciudad de la costa Este. Iverson era un pequeño milagro dentro de la NBA. Apenas pasaba del 1,80 m. de estatura, pero eso no le impedía dominar los partidos de principio a fin. Y eso, en un deporte donde el físico es tan importante, es decir mucho. Hasta ese momento no se había visto nada igual. Esa falta de centímetros lo suplía con una velocidad, habilidad y lanzamiento a canasta sencillamente excepcionales. Guiados por Iverson, los 76ers fueron creciendo poco a poco, y el entrenador Larry Brown logró armar un equipo duro y disciplinado en defensa, para dejar total responsabilidad a su estrella en ataque. Quizás demasiada. Y es que en sus 10 temporadas en Philadelphia nunca dispuso de un equipo con demasiada calidad. Eso no evitó que el de Virgina les llevara a ser campeones de la Conferencia Este y por lo tanto finalistas de la NBA en 2001, final que perdieron contra los Lakers. Esa 2000-2001 fue el punto álgido de su carrera, ya que también logró el premio a MVP de la temporada regular. A partir de ahí llego la cuesta abajo y cada vez era más noticia por sus declaraciones o actos de indisciplina que por su juego. En 2006 fue traspasado a los Denver Nuggets, donde se juntaría con otra estrella de la liga, Carmelo Anthony, pero aquel equipo nunca funcionó. Sus últimos años fueron idénticos a los de McGrady, prácticamente deambulando por la liga, pasando por Detroit, Memphis, un regreso fugaz a Philadelphia y una aventura en Turquía, donde se retiró en 2011.

También en el mundo del tenis tenemos muchos ejemplos. El primero que me viene a la cabeza es el español Fernando Verdasco. El tenista madrileño dispone de una de las mejores zurdas del circuito y su talento está fuera de toda duda. Sin embargo, su fragilidad mental es y siempre ha sido su mayor hándicap. Y eso, en un deporte con tanto desgaste psicológico como el tenis, se paga caro. Capaz de mostrar lo mejor y lo peor de sí mismo en un mismo partido, su irregularidad, facilidad para desconcentrarse y la pérdida de nervios en momentos puntuales evitaron que se pudiera establecer entre los mejores del mundo, aunque en 2009 llegó a estar 7º en el Ránking ATP. Ese fue su mejor año, y en él nos dejó un partido para la historia. Fue en cuartos de final del Australian Open y el rival era su compañero y amigo Rafa Nadal. Yo aún lo recuerdo. Fueron 5 horas y 14 minutos (récord histórico de dicho torneo) de auténtico espectáculo y el 6-7, 6-4, 7-6, 6-7 y 6-4 final no deja lugar a dudas. Aquel partido lo acabó perdiendo, pero sirvió para que todo el mundo fuese testigo de su tremenda calidad y disfrutara de uno de los mejores partidos de la historia del tenis.


Otro tenista que pudo haber sido mucho más de lo que fue es el ruso Marat Safin. “El gigante tártaro” era una mezcla perfecta de talento y potencia. Con un físico envidiable de 1,95 m., disponía de uno de los saques más potentes del mundo, llegando incluso hasta los 230 km/h, pero no solo era eso, ya que a pesar de su gran tamaño disponía de una gran movilidad sobre la pista y mucha calidad. Sus primeras temporadas fueron tremendas. En el año 2000 ganó el US Open, el primero de los dos Grand Slams de su carrera (el segundo fue el Australian Open en 2005), y eso le sirvió para alcanzar el nº 1 del ATP con 20 añitos. Tenía potencial para haber marcado una época, pero no era todo oro lo que relucía. Su fuerte temperamento le llevaba fácilmente a perder los nervios (se dice que rompió unas 700 raquetas), y además le gustaba demasiado salir por la noche. Poco a poco su rendimiento fue descendiendo y acabó retirándose en 2009, sin ni siquiera haber cumplido los 30 años.

En el mundo del ciclismo debido al enorme desgaste que requiere su práctica, tanto físico como mental también tenemos muchos casos. Hay dos muy significativos para mí, el de dos escaladores. Marco Pantani e Iban Mayo. El del italiano podría parecer discutible el considerarlo como una decepción, puesto que sí consiguió llegar a la cima y con cierto éxito. Ganó un Giro de Italia y un Tour de Francia, los dos en 1998, pero repasando su carrera y viendo su facilidad para las etapas de alta montaña, podría haber dejado un legado mayor. Sus dos primeros años como profesional ya prometían, con pódiums y etapas en Giro y Tour (en este además ganó los dos años la clasificación a mejor joven), y una medalla de bronce en el Mundial en ruta de 1995. Cuando su carrera parecía despegar llegó el primer revés: un grave accidente al chocar con un coche que le produjo una doble fractura en su pierna que a punto estuvo de provocar su prematura retirada. Sin embargo logró volver, y de qué manera. Del 1997 al 1999 se pudo ver al mejor Pantani. En esas tres campañas consiguió numerosas victorias, destacando varias etapas en Giro y Tour, ganando incluso la clasificación general de ambos en 1998. El año siguiente iba camino también de éxito rotundo, hasta que llegó su verdadero punto de inflexión. A pocas etapas de terminar el Giro de 1999, el cual dominaba con autoridad y donde había ganado cuatro etapas, dio positivo por EPO y descalificado de inmediato. A partir de ese momento la sombra del dopaje voló siempre sobre él y, pese a dos etapas más en el Tour de 2000, sus cuatro últimos años fueron para olvidar, ya totalmente desmotivado. Por si fuera poco, su vida tuvo el final más trágico posible. En Febrero de 2004 fue hallado muerto en un hotel de Rimini, Italia, a la edad de 34 años y en circunstancias muy extrañas.

También escalador era el vasco Iban Mayo. Al igual que el italiano, poseía unas cualidades innatas para las etapas de alta montaña. De complexión delgada, se caracterizaba por una gran habilidad sobre la bicicleta, facilidad asombrosa para los cambios de ritmos y esa valentía y determinación de todo gran escalador. Debutó como profesional en 2000 en el equipo de su tierra, Euskaltel-Euskadi, aunque su gran temporada fue la 2003. Ganador de la Vuelta al País Vasco, donde ganó 3 etapas, y otras 2 más en la Dauphiné Libéré, llegaba en forma al Tour de Francia, y así lo demostró. En una etapa para el recuerdo, Mayo consiguió la victoria más prestigiosa de su carrera, con una exhibición en la ascensión al mítico Alpe d’Huez, superando con facilidad al mismísimo Lance Armstrong. Además, terminó en la clasificación general en un meritorio 6º puesto. Asombrado por su capacidad, a partir de ese momento el mundo del ciclismo le puso el listón muy alto, y lo consideró como uno de los candidatos a terminar con la hegemonía del americano en la ronda gala. Sin embargo, durante los tres años posteriores las caídas, enfermedades y su fragilidad mental provocaban que sus participaciones en el Tour terminaran en decepción, a pesar de que siempre parecía llegar en buen momento por sus buenas actuaciones en la Dauphiné, su carrera fetiche. Así, a finales de 2006, y tras enfrentamientos con la dirección de Euskaltel por su bajo rendimiento, no se llegó a un acuerdo para su renovación y fichó por Saunier Duval. El 2007 parecía el año de su resurgir, ganando incluso una etapa en el Giro con una gran escapada. Pero, al igual que Pantani, la sombra del dopaje se interpuso en su camino. Justo al terminar el Tour, donde terminó 16º, se dio a conocer su positivo por EPO. Irregularidades con la muestra B del análisis, alargaron el proceso, pero finalmente un año después, en Agosto de 2008 y pese a que la Federación Española exculpó al corredor por dichas irregularidades, el TAS le condenó a dos años de sanción por dopaje. Al conocerse la noticia Mayo, desencantado con el sistema y totalmente ya desmotivado, decidió retirarse con apenas 30 años, dejando su nombre como un ejemplo más de deportista que pudo haber sido… y no fue.


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Mis 25 bandas sonoras de los últimos 25 años

Las bandas sonoras son un elemento muy importante en las películas. Si bien es cierto que una gran película no siempre tiene porqué tener una fantástica banda sonora, creo que la condición a la inversa sí se cumple. Las mejores bandas sonoras generalmente forman parte de grandes películas. Como se suele decir, para gustos colores, y soy consciente de que cada uno tendrá sus preferencias, y más en este tema tan subjetivo. Por eso quiero remarcar que expondré “mis” bandas sonoras preferidas, sin pretender buscar una lista definitiva ni nada por el estilo.

Pues nada, ahí van, las que bajo mi punto de vista son las mejores bandas sonoras del cine moderno, de los últimos 25 años, de lo que llevamos de siglo XXI y los 90’. Espero vuestras opiniones o sugerencias:


25º. MALDITOS BASTARDOS. Año: 2009. Compositor: Ennio Morricone.

24º. MYSTIC RIVER. 2003. Clint Eastwood.

23º. LEYENDAS DE PASIÓN. 1994. James Horner.

22º. CAMINO A LA PERDICIÓN. 2002. Thomas Newman.

21º. EL CABALLERO OSCURO. 2008. James Newton Howard y Hans Zimmer.

20º. HARRY POTTER. 2001, John Williams.

19º. LA ROCA. 1996. Nick Glennie-Smith y Hans Zimmer.

18º. BAILANDO CON LOBOS. 1990. John Barry.

17º. EL ÚLTIMO MOHICANO. 1992. Trevor Jones y Randy Edelman.

16º. SÓLO EN CASA. 1990. John Williams.

15º. LA LISTA DE SCHINDLER. 1993, John Williams.

14º. PIRATAS DEL CARIBE. 2003. Klaus Badelt.

13º. HOOK: EL CAPITÁN GARFIO. 1991. John Williams.

12º. AMELIE. 2001. Yann Tiersen.

11º. EL SEÑOR DE LOS ANILLOS. 2001. Howard Shore.

10º. BRAVEHEART. 1995. James Horner.

9º. TITANIC. 1997. James Horner.

8º. REQUIEM POR UN SUEÑO. 2000. Clint Mansell.

7º. ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS. 2010. Danny Elfman.

6º. FORREST GUMP. 1994. Alan Slivestri.

5º. ROBIN HOOD: PRÍNCIPE DE LOS LADRONES. 1991. John Williams.

4º. LA VIDA ES BELLA. 1997. Nicola Piovani.

3º. PARQUE JURÁSICO. 1993, John Williams.

2º. BATMAN. 1990. Danny Elfman.

1º. GLADIATOR. 2000. Hans Zimmer.

martes, 7 de octubre de 2014

De aquellos barros, vienen estos lodos

Hoy, 6 de Octubre de 2014, se ha producido la noticia que nadie quería escuchar relacionada con el virus Ébola, por las terribles consecuencias que puede traer. A media tarde hora española, se hacía público el primer caso de contagio fuera de África. Y sí, ha sido en España. Una auxiliar de enfermería gallega, de 40 años, es la desgraciada protagonista, la cual fue una de las 30 personas que trató en el Hospital Carlos III de Madrid a los dos sacerdotes españoles infectados en Liberia y Sierra Leona. Ambos fueron repatriados en los últimos meses a España para ser tratados, pero finalmente fallecieron. La mujer comenzó a notar síntomas el 30 de Septiembre, y hoy ya en el primer análisis dio positivo. El segundo lo confirmó.

Una desgracia de esta magnitud exige de grandes responsables. Toca mirar arriba. Sin dejar de lado la responsabilidad que seguro también tendrán los altos cargos del Hospital y los jefes de departamento correspondientes, las miradas deben ir al Ministerio de Sanidad. A finales de 2011, Ana Mato fue nombrada Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y en concreto esta era la Sanidad que recogía, según un informe publicado en 2010 por la revista norteamericana Newsweek:


Pues bien, su gestión durante estos casi 3 años no ha podido ser más desastrosa. El sistema sanitario ha sido, junto al educativo, uno de los sectores que más ha sufrido los recortes que el Gobierno de Rajoy lleva aplicando durante toda esta legislatura. Menos mal que en su programa electoral nos prometieron que esos eran los dos pilares que no se iban a tocar… Un sistema sanitario que presumía de ser público, universal y gratuito se ha ido degradando completamente, con cada vez menos dinero invertido, la aparición de los copagos farmacéuticos, la reducción de personal y material médico en hospitales, las largas listas de espera,…etc. Por si fuera poco, el nombre de la Ministra también ha aparecido en las investigaciones de la famosa “Trama Gürtel”, el caso de corrupción que se ha convertido en un auténtico cáncer para el PP. Pero lo más alarmante es que todo este historial ya lo tenía a sus espaldas apenas unos meses después de entrar en el Gobierno, como le recordaban en el Congreso hace ya año y medio:



Como podemos ver, el caso del Ébola ha sido sólo la punta de un enorme iceberg. Iceberg o bola de nieve, lo que prefiráis. Una bola que cada vez es más grande y que cae cuesta abajo como lo hace nuestro país. Un país donde cada vez la gente lo pasa peor, con menos clase media y más pobreza, pero donde las grandes fortunas cada vez tienen más dinero. Increíble. En cualquier país medianamente serio ya habría habido dimisiones, pero esto es España señores. Aquí nadie dimite. La incompetencia parece no tener castigo, y eso en un político debería ser imperdonable. Estoy de acuerdo con Madina: esta señora (como muchos de sus compañeros) debería estar fuera del Gobierno desde hace ya meses. Pero nada, ahí sigue. Y ahí sigue aún a estas horas, 10 después ya de que se haya conocido el primer contagio de Ébola fuera de África. Y sí, ha sido en España. Nada ocurre por casualidad.

lunes, 2 de junio de 2014

¿D-E-M-O-C-R-A-C-I-A?

El Rey Juan Carlos abdica. Esta misma mañana anunció su renuncia a la Corona, alegando que es hora de dejar paso a las nuevas generaciones, en referencia al Príncipe Felipe. Aunque esa haya sido la versión oficial, su notable deterioro físico y la fuerte caída de popularidad de la Monarquía entre los españoles parecen haber sido los verdaderos motivos de su marcha, y por los que haya decidido dar un nuevo impulso a la institución dando paso a su hijo. El Rey se va, pero la monarquía parece que sigue. Ante el inminente nombramiento de Felipe VI, es el momento de ir al fondo de la cuestión, de analizar si en pleno siglo XXI, y con una España totalmente ya democratizada, es necesaria o no su figura.

La verdad es que los últimos años han sido una auténtica pesadilla para la Casa Real, principalmente por dos motivos. El primero, la implicación de Iñaki Urdangarín en el caso Nóos, por el que se le acusa de desviar dinero público a través de tal Instituto. A pesar de que desde Zarzuela intentaron desmarcarse rápidamente, apartándole de los actos públicos por su comportamiento “no ejemplar”, la reciente imputación también de su mujer, la Infanta Cristina, ha salpicado ya definitivamente a la Corona. El segundo foco de polémica lo forman los escándalos aparecidos últimamente sobre la vida privada del Rey, como sus cacerías por África (conocidas a causa de su fractura de cadera en Botswana en 2012) o su misteriosa relación con la Princesa Corinna, supuesta “asesora” del monarca en sus viajes. Todo esto ha provocado una caída en picado de la imagen de los Borbones entre los ciudadanos, y más aun teniendo en cuenta la situación económica y social en que nos encontramos. Estamos sin duda ante el momento más bajo de la Monarquía española en sus 40 años de reinado, siempre alabada por el papel que tuvo en la Transición. A mi este tema siempre me ha hecho mucha gracia. Nos hemos hartado de escuchar agradecimientos al Rey por cómo terminó con la Dictadura, por instaurar la democracia como forma de Gobierno, por no ponerse de parte de los golpistas el 23-F… ¡faltaría más! Lo raro y lo alarmante, digo yo, es que no hubiera hecho todo eso… simplemente hizo lo que tenía que hacer. No podemos agradecerle “no querer ser” otro dictador, no sé si me explico… Todos estos “méritos” le otorgaron una muy buena imagen (incluso fuera de nuestro país, donde en general está bien considerado), y evitaron que se debatiera entre Monarquía o República con tanta fuerza como hasta ahora. Aprovechando su renuncia, ha llegado el momento de plantearlo. Si España es de verdad una democracia consolidada (como por cierto han repetido esta mañana tanto él como Rajoy), ¿qué hay de malo en realizar un Referéndum y escuchar a la gente? ¿Puede haber algo más democrático que eso?

En mi opinión, llegó la hora de la República. Cuatro décadas después de la muerte de Franco, España es un país maduro, el sistema de partidos políticos funciona con total normalidad, y el Rey no tiene ya ninguna función. Si Felipe es tan inteligente y tan preparado como dicen, debería escuchar al pueblo. Sería lo más inteligente… y lo más democrático. Como lo sería también poder elegir entre todos al Jefe del Estado cada cuatro años. Eso sí es de verdad una D-E-M-O-C-R-A-C-I-A. Con todas las letras.

jueves, 22 de mayo de 2014

Motivos para creer

Pues al ataque. Así de simple se expresó Luis Enrique cuando se le preguntó ayer en su presentación cómo jugará el Barcelona la próxima Temporada. Parece una obviedad, pero define muy bien cómo piensa el nuevo entrenador azulgrana. Un tipo peculiar, que huye de tópicos, con un mensaje claro, y que parece tener todo bajo control ante los periodistas. Parece una tontería, pero bajo mi punto de vista ese “talante” es fundamental en Can Barça. Me recuerda mucho a Guardiola en ese sentido, y fue uno de los hándicaps que tuvo Martino. Repasando la rueda de prensa de su presentación podemos hacernos una idea de lo que hablamos.


PARECIDO CON GUARDIOLA
Está claro que es injusto compararle ya con Guardiola. Ayer, cuando se le preguntó, prácticamente repitió lo que dijo Tito Vilanova en su día: “todas las comparaciones con Pep las voy a perder”, pero sí es cierto que el asturiano tiene un perfil muy parecido al de Santpedor. Y eso son buenas noticias para el barcelonismo. Además de esa misma actitud cara a la prensa, comparten una idea futbolística, la de salir a dominar los partidos y tener el balón, junto con una gran presión en campo contrario para recuperarlo cuanto antes. La mayoría de la plantilla ya sabe de qué va esto, y ese es un camino que Luis Enrique por suerte ya tendrá en parte recorrido. También se trata de un exjugador culé muy querido, siendo incluso capitán del equipo en sus últimos años. Si consigue transmitir a sus jugadores sólo una tercera parte de la ambición y entrega que él tenía como jugador ya tendrá mucho hecho.

LOS PROS
Analizando las ventajas que a priori tiene su designación, para mí hay una que destaca sobre el resto. Este equipo necesita un cambio de rumbo, alguien que llegue con ilusión y que le dé un nuevo impulso. Tras un año decepcionante, y en el que se observó una alarmante desidia por parte de los jugadores (sobre todo en los últimos meses), Luis Enrique llega con la misión principal de volver a motivarles. Y no le temblará el pulso a la hora de realizar cambios en la plantilla si así lo considera. Carácter desde luego le sobra para ello. En ese aspecto creo que es la antítesis de Tata Martino. El argentino aterrizó con la idea de tocar poco, sin introducir apenas cambios, y dotando al grupo de cierta autogestión. Se ha demostrado que fue un error.
En ese llamado “entorno”, tan influyente en Barcelona, ya se van viendo síntomas de que Lucho se lo está empezando a ganar. Los dos periódicos deportivos más influyentes en Cataluña, mostraban un gran optimismo hoy en sus portadas: “ILUSIONA Y CONVENCE” titulaba Sport, mientras que Mundo Deportivo abría con “LIDER TOTAL”. Además, ya en la presentación se empezó a observar cierta complicidad entre periodistas y entrenador, lo que hace augurar una buena relación, al menos de entrada.
Otro punto a favor es la apuesta que hará por la cantera. Estuvo tres temporadas al frente del filial azulgrana y sabe a la perfección cómo trabaja el club sus categorías inferiores, además de conocer a muchos de los integrantes actuales del Barça B y algunos del primer equipo, con los que trabajó. Este hecho, en un club que destina tantos recursos y trata tan bien el fútbol base como el Barcelona, es fundamental.

LOS CONTRAS
Dos son los hándicaps principales que sus detractores le achacan, pero que a mi parecer no lo son tanto. La falta de experiencia no creo que sea un impedimento. El Barcelona es un club peculiar, con un entorno especial, y no necesita de entrenadores experimentados para que se logren éxitos. Miren los casos de Rijkaard y Guardiola. Ambos eran apuestas totalmente arriesgadas, sin apenas experiencia en los banquillos, pero sus elecciones resultaron muy exitosas basándose en el buen talante con la prensa, la buena relación con los jugadores (al haberlo sido también ellos) y su gusto futbolístico. Luis Enrique es ese mismo perfil.
La otra gran duda es su paso por la Roma, que terminó en decepción. Se le eligió para liderar un gran cambio en el club, implantando un sistema de juego totalmente innovador allí y con muchos cambios en la plantilla, y no se tuvo paciencia con él. Además le tocó sufrir la adaptación a la complicadísima liga italiana. Tras un año discreto en cuanto a resultados (quedaron fuera de Europa), él mismo decidió marcharse aludiendo que se sentía agotado y sin fuerzas para seguir. Sus continuas disputas con la prensa eran un reflejo de que nunca se sintió cómodo, y aunque el club romanista lo intentó evitar, decidió tomarse un año sabático para recuperar fuerzas.

Y es que Luis Enrique, como gran amante de este deporte que es, vive el día a día de la forma más intensa posible. En eso también recuerda mucho a Guardiola. Son el mejor ejemplo de entrenadores perfeccionistas, que cuidan el más mínimo detalle, y que prácticamente cada minuto del día están pensando en fútbol. Pero cuidado, esta virtud también es un arma de doble filo. Y es que para que esa dedicación llegue a buen puerto necesita de la colaboración de sus jugadores, que crean ciegamente en él para cumplir sus exigencias. Pep lo logró, los convenció, y está por ver si Luis lo conseguirá. Sin embargo, hay un factor que es la clave de todo, que está por encima del resto y que marcará en gran medida el éxito o no de este nuevo proyecto azulgrana: Recuperar a Leo Messi. Ese será el mayor reto de Luis Enrique.

viernes, 9 de mayo de 2014

En igualdad de condiciones

8 eliminatorias a 7 partidos. 4 de ellas resueltas por 4-3, 1 por 4-2 y tan sólo 2 se decidieron con cierta claridad, 4-1 y 4-0. Hablamos de la primera ronda de los Playoffs de la NBA, que se disputan actualmente en Estados Unidos. La asombrosa igualdad que muestran es un reflejo perfecto de cómo funcionan las grandes ligas norteamericanas. Y es que, además del baloncesto, también en fútbol americano, hockey o béisbol existen multitud de equipos con opciones serias de luchar por el título cada año. ¿Cómo es posible? Desde España, y yo diría Europa en general, esto nos parece una auténtica utopía, ya que nosotros estamos acostumbrados a todo lo contrario. Aquí, salvo alguna sorpresa puntual cada X años, únicamente pueden competir los dos o tres equipos de siempre, debido a las gigantescas diferencias entre presupuestos. Tal vez debamos dejar el orgullo de lado y aprender de lo que pasa al otro extremo del Atlántico.

Como decíamos, las eliminatorias por el título en la mejor liga de baloncesto del mundo no podían empezar más emocionantes:


Salvo Miami Heat y Washington Wizards, que resolvieron con comodidad sus compromisos, lo cierto es que la igualdad en las otras seis eliminatorias ha sido evidente. Especialmente sorprendente son los casos de los dos equipos que terminaron como líderes de Conferencia la temporada regular, San Antonio Spurs y Indiana Pacers. A priori, este hecho debería hacernos pensar que pasarían cómodamente de ronda, y nada más lejos de la realidad. Dallas Mavericks y Atlanta Hawks eran sobre el papel claramente inferiores, pero tanto los de Texas como los de Indiana tuvieron que sudar sangre para eliminarlos en siete partidos. Los cruces entre Houston Rockets – Portland Trail Blazers y Los Angeles Clippers – Golden State Warriors en cambio sí se presentaban más igualados, sobre todo por la calidad de las cuatro plantillas. Los encuentros no decepcionaron y terminaron decidiéndose con 2-4 y 4-3 respectivamente, con impresionantes exhibiciones ofensivas. Pero fue el emparejamiento entre Toronto Raptors y Brooklyn Nets el que más emoción tuvo. Después de seis intensos partidos, un tapón de Paul Pierce en el último segundo del séptimo disputado en Canadá dio el pase a los neoyorkinos. Todo esto nos deja bien claro lo complicado que es ganar cada encuentro en la NBA, y nos brinda unas apasionantes semifinales de Conferencia. Pero es que, analizando los equipos que ni siquiera se clasificaron para Playoffs, la sorpresa aún es mayor. Que instituciones tan históricas como Los Ángeles Lakers, Boston Celtics o New York Knicks se hayan quedado fuera confirma aún más si cabe la igualdad de la que hablamos. Y la verdad es que lo de este año no es casualidad. Para definir cómo funciona la NBA podríamos hablar de tres aspectos. El primero y creo que principal es el llamado límite salarial. Las 30 franquicias disponen de un mismo tope presupuestario (en torno a los 70 millones de dólares) destinado a los salarios de los jugadores, y el que se pase debe pagar una tasa en forma de multa. La alta cuantía de estas provoca que los equipos apenas se excedan. Esta medida evita que los equipos con mayor potencial económico sean los únicos con opciones de fichar a los mejores. El segundo punto a destacar es cómo las franquicias reclutan jugadores. Existe la posibilidad de fichar digamos de forma convencional, como en el resto del mundo, ya sea desde ligas menores norteamericanas o desde el exterior, pero la fuente de entrada principal a la NBA es a través del Draft. Se trata de un sorteo anual mediante el cual los equipos eligen de entre los mejores jugadores universitarios a sus preferidos. El orden de elección se decide por sorteo y, para incidir en la igualdad de la competición, a los equipos peor clasificados se les otorga mayores probabilidades estadísticamente hablando. Así, normalmente son éstos los que fichan a las futuras estrellas de la liga. Y el tercer aspecto importante son los contratos de los jugadores. Si alguien firma con una franquicia por 5 años y 7 millones de dólares, esas cifras se respetan completamente, aunque sea traspasado a otro lugar. Esto da una gran seguridad a los jugadores, pero también a los equipos. Y es que son estos los que deciden dónde quieren mandar a sus jugadores, siempre dependiendo del ajuste salarial del que hablábamos, y ellos apenas tienen voz en tal decisión. Con su contrato asegurado, sólo tienen que preocuparse de jugar. Creo que quedan claras las grandes diferencias respecto a cómo funcionamos por aquí.

Pero es que también ocurre lo mismo en las otras tres grandes ligas norteamericanas. Aunque cada una con sus particularidades, todas ellas funcionan más o menos con el mismo sistema que hemos analizado de la NBA. Y cómo no, el resultado es el mismo: una gran igualdad entre sus equipos. Si analizamos los resultados de los 15 últimos años lo vemos claramente. En cuanto al fútbol americano (NFL), tan sólo han sido cuatro los que han logrado repetir como ganadores de la Super Bowl, siendo los New England Patriots los únicos en hacerlo en tres ocasiones. Baltimore Ravens, Pittsburgh Steelers y New York Giants lo hicieron solo en dos. Idéntico balance hay en las grandes ligas de béisbol (MLB). Boston Red Sox son los únicos que pueden presumir de haber salido campeones por tercera vez, mientras que New York Yankees, St Louis Cardinals y San Francisco Giants repitieron una única vez. Y más igualdad si cabe ha habido en el hockey (NHL) durante estos años. Ningún equipo ha sido capaz de repetir título más de una vez, siendo los únicos con doblete New Jersey Devils, Detroit Red Wings y Chicago Blackhawks.

Está claro que existen muchas diferencias respecto a los Estados Unidos, tanto a nivel económico, social o cultural. Y es evidente que no se pueden trasladar al completo los sistemas de estas competiciones, ya sea por la falta de capital privado, la inexistencia de programas deportivos universitarios, el escaso apoyo de patrocinadores locales… etc. Pero estoy seguro de que tenemos mucho margen de mejora, y los responsables de nuestras ligas deberían ponerse manos a la obra e ir introduciendo mejoras en busca de una mayor igualdad. Porque terminaría siendo beneficioso para todos. Quizás se podría empezar por limitar los presupuestos o negociar de otra manera los contratos de televisión. En Estados Unidos, a principio de cada temporada, prácticamente cualquier aficionado del país tiene esperanzas de que su equipo pueda salir campeón, en el deporte que sea, o al menos competir con los mejores. Desde Portland hasta Miami o de Phoenix a Boston todos parten con las mismas condiciones, y eso le da una riqueza a sus competiciones que también nosotros deberíamos buscar. Y es que, hablando por ejemplo de nuestro país, ya va siendo aburrido la verdad que a principio de cada temporada sólo desde Madrid y Barcelona tengan derecho a soñar.

miércoles, 30 de abril de 2014

La magia del Palau

Una gesta. Eso era lo que tenían que hacer los jugadores de la sección de balonmano del Barcelona el pasado Sábado en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de Europa. Y es que en la ida, en el peor encuentro de la Temporada, los azulgranas se vieron totalmente superados por los alemanes del Rhein-Neckar Lowen. Los de Xavi Pascual, claros favoritos a principios de curso para la Final Four de Colonia por su impresionante plantilla, estuvieron irreconocibles en esos fatídicos 60 minutos en tierras germanas, donde sobretodo en defensa hicieron aguas. El 38-31 final ponía muy cuesta arriba el pase de los catalanes a las semifinales.

Sin embargo, y por suerte, en el mundo del deporte hay lugares con algo especial. Escenarios que no entienden de lógicas, de dificultades, o de tácticas. Sitios donde todo es posible, donde al sentarte en las gradas un escalofrío te recorre el cuerpo, o donde al pisar la superficie de juego sientes que jugarás con uno más (si eres local) o con uno menos (si eres visitante). Y uno de esos lugares es el Palau Blaugrana. Un recinto viejo y pequeño, que en pocos años será demolido y sustituido por otro debido a las condiciones que ahora exigen FIBA y EHF, pero que como decimos conserva una mística especial. Y es que su historia está repleta de fechas memorables, sobretodo en cuanto al balonmano. Ya en los años 80 y 90, con el gran Valero Rivera al frente, tuvieron lugar remontadas increíbles. En las dos décadas que el aragonés estuvo al frente de los azulgranas hasta en 12 veces se consiguió darle la vuelta a la eliminatoria, ante rivales de todos los rincones de Europa. En lo que llevamos de siglo XXI, tres han sido los equipos que lo han padecido. El Kiel alemán (3 veces), el Celje esloveno (2) y el Montpellier francés (2). La última remontada tuvo lugar el año pasado mismo, cuando el Atlético de Madrid traía una cómoda renta de 5 goles de la capital (25-20), en los cuartos de final de la máxima competición continental. Sin embargo, los de Talant Dujshebaev vivieron una auténtica pesadilla en el Palau, y los culés les pasaron por encima (32-24) con un inmenso Siarhei Rutenka (11 goles).

El reto esta vez era si cabe más difícil. A pesar de todos estos precedentes, nunca el Barcelona había logrado superar una desventaja de 7 goles, a excepción de las dos primeras remontadas, allá por 1985. Pero a medida que se iba acercando el partido, los protagonistas iban tomando conciencia de la posibilidad del milagro. “Estoy seguro de que lo haremos entre todos”, decís el capitán Víctor Tomás los días previos, igual de esperanzador que el míster Xavi Pascual: “Mañana espero 6 goles del Palau”. También mostraban confianza dos pesos pesados del vestuario como Rutenka: “Necesitamos al público del Palau, ellos son la fuerza, son los goles, son las paradas… con ellos lo haremos posible”, o Viran Morros: “Hay jugadores del Rhein-Neckar que no han jugado nunca en el Palau y eso se puede notar”. Incluso los rivales empezaban a ver fantasmas, como Gedeón Guardiola, que junto a su hermano son los únicos españoles en el conjunto bávaro, y que decía: “Mis compañeros no son tan conscientes, como Isaías o como yo, de la magia del Palau. Allí se han logrado remontadas históricas en Europa”. También su entrenador Gudmundsson avisaba: “Esto no está hecho. Un equipo como el Barça puede levantar esos 7 goles en minutos”

Y por fin llegó el Sábado. A las 20:15 de la tarde, hora en que comenzaba el encuentro, no cabía ni un alfiler en el pabellón azulgrana, donde ya desde el calentamiento la afición animaba sin cesar. Alentados por tal ambiente, los locales salieron desde el pitido inicial totalmente mentalizados, pero las férreas defensas 6-0 y las paradas de Sterbik y Landin evitaban que algún equipo se fuera en el marcador. Incluso en el minuto 22 los visitantes lograban adelantarse (9-10), poniendo aún más difícil la gesta. Pero en ese momento todo cambió. Xavi Pascual decidió colocar a Karabatic a organizar el ataque culé (hasta el momento sólo estaba jugando en defensa), y el genial jugador galo se echó el equipo a las espaldas. 3 goles suyos y otro de Juanín García en el último segundo le daban la vuelta al marcador y dejaban todo abierto al descanso (15-11). La segunda parte comenzó con la misma tónica, y un inicio arrollador de los culés dejaba la eliminatoria a un solo gol en el min.15 (22-16). Con un inmenso Sterbik atrás, que lo paraba todo, y un inspirado Karabatic delante, la remontada parecía estar más cerca que nunca. Pero nada de eso. El Rhein-Neckar Lowen, un auténtico equipazo, no se vino abajo y una gran reacción les llevó a recortar hasta -3 en el min.21 (24-21). Entonces, llegó otra gran decisión del entrenador catalán. Consciente de que en ese momento se estaba decidiendo la eliminatoria, pidió tiempo muerto, refrescó las ideas y junto al capitán Víctor Tomás arengó con todas sus fuerzas a los jugadores. Y estos, como no, reaccionaron. Dos tantos de Raúl Entrerríos y otro de Rutenka volvían a colocar el +6 (27-21), y un penalti parado por Sterbik a continuación cortaba las alas al rival. Fue, quien si no, el gran capitán quien culminaría la remontada en el min.25 (28-21), y el Palau se venía abajo. La afición culé llevaba en volandas a su equipo, y con el tanto de Lazarov (30-21), parecía que todo estaba hecho. Sin embargo, no hay remontada sin sufrimiento, y así quedó reflejado cuando a falta de 30 segundos los alemanes ponían el 31-24, y amenazaban con echarlo todo por tierra con un gol más. Afortunadamente no acertaron en su último lanzamiento y los locales se clasificaban por el mayor valor de los goles como visitante. Jugadores y técnicos saltaron entonces como locos a la pista para celebrarlo, mientras las gradas seguían vibrando. Fue un auténtico partidazo en conjunto, pero hay que destacar dos nombres por encima del resto: Arpad Sterbik y Nikola Karabatic. El primero fue decisivo con sus paradas, y eso a pesar de haber forzado para llegar al encuentro (incluso se le veía con una ligera cojera). Y el segundo, qué decir de él. Ver cómo un tío que lo ha ganado todo, tanto a nivel de clubes como con su selección, se tira al suelo a por cada balón y lo da todo en defensa y en ataque es simplemente emocionante. Esa entrega y sus 7 goles dejaron claro por qué es considerado el mejor jugador del mundo. Tampoco faltaron a la cita las otras dos grandes bazas del equipo, Víctor Tomás (6 tantos) y Shiarei Rutenka (5), y es que era uno de esos partidos para los grandes.

De esta forma, el Palau vivió el Sábado otra tarde más para la historia, y el Barcelona estará en la Final Four de Colonia dentro de un mes. Y es que, como dijo en su día Juan Gómez ‘Juanito’ del Santiago Bernabéu, y adaptándolo al balonmano, 60 minutos en el Palau son muuuy largos.

lunes, 14 de abril de 2014

Atletis y Liverpools

Apasionante se presenta el último mes de competición en las dos ligas de fútbol con más prestigio del mundo, la Liga española y la Premier inglesa. Y en ambas, curiosamente, los líderes son dos equipos con los que nadie contaba, Atlético de Madrid y Liverpool. Colchoneros y reds sueñan con levantar un trofeo que se les está resistiendo demasiado tiempo teniendo en cuenta su historia: 18 y 24 años respectivamente, ni más ni menos. La verdad es que en ambos casos se rompe con la tendencia de los últimos años, donde sólo los clubes más poderosos económicamente tenían opciones, léase Real Madrid, Barcelona, Chelsea o los dos de Manchester.

La hazaña (porque no tiene otro nombre) que están realizando los del Calderón y los de Anfield es impresionante, demostrándonos que nada es imposible en el deporte, aunque tu presupuesto para competir sea muy inferior al de otros. Es un mensaje esperanzador, la verdad. Y es que Atleti y Liverpool representan la tradición, la humildad, el trabajo bien hecho, la confianza en el colectivo, el amor por unos colores… y muchas cosas más. Para mí, hay dos nombres que representan perfectamente todo esto: Simeone y Gerrard. El argentino está demostrando el pedazo de entrenador que es, en todos los sentidos, y el hecho de que haya elegido al club del Manzanares como su destino estos años dice mucho de lo que siente por ese club, donde ya era un ídolo como jugador. Y es que ya nadie duda de que dispone de ofertas sobre la mesa mucho más suculentas. Como las que tuvo en su momento el eterno capitán del Liverpool. Chelsea y Madrid estuvieron muy interesados en ficharle, ofreciéndole un sueldo mucho mayor al de su club, pero Steven prefirió seguir su corazón y quedarse en casa. Ha dicho más de una vez que no piensa retirarse sin ser campeón con “su Liverpool”, y el sueño está a punto de cumplirse.


Si analizamos ambos clubs, observamos un evidente paralelismo. Hasta el año del doblete, el Atleti competía de tú a tú con Real Madrid y Barcelona. Es más, hasta pocos años antes no estaba nada claro qué equipo era el segundo de España, si colchoneros o culés. Pero tras aquel 1996, todo pareció ir a peor. Multitud de jugadores y entrenadores pasaban por el club, sin conseguir nunca estabilidad, e incluso tuvieron que lidiar con 2 años en Segunda División. Tan sólo en los últimos años se había producido alguna alegría, con triunfos en la Copa del Rey y la Europa League, pero lejos de competir con Madrid y Barça en Liga. A pesar de todo, el Atleti nunca ha dejado de ser un grande de España. Y eso, en gran parte, ha sido por su grandísima afición. Un ejemplo: en sus años en Segunda registraron su récord histórico de abonados. Sencillamente increíble. El fantástico spot que el club sacó en 2006 define muy bien el sentir de sus aficionados todos estos años:



Y si el Atleti es un club con historia, qué decir del Liverpool. Nadie le supera en cuanto a grandeza en la Premier, a pesar también de su larga travesía en el desierto desde principios de los noventa. En su caso, sin embargo, sí es cierto que se encontró con un oasis, los años de Rafa Benítez. En ellos compitió muy bien en la Champions League, con dos finales y un título incluidos, pero siempre lejos de los grandes en la competición doméstica, donde de verdad se ve el nivel de un equipo. Y es que en las dos últimas décadas prácticamente nunca ha tenido opciones de conquistarla. Y al igual que los colchoneros, también los reds pueden presumir orgullosos de su afición. Esa que nunca ha dejado de llenar Anfield, en las buenas y en las malas, y que nos sigue asombrando antes de cada partido: 



La realidad es que a cinco jornadas para el final en España y cuatro en Inglaterra, las opciones de ambos son muy, muy altas. En el caso de los madrileños, además, siguen vivos en la Champions League. Pero a pesar de todo, si al final no lo consiguen, tampoco importará. El mérito ya está hecho. Y es que con lo logrado hasta ahora ya nos han demostrado que, afortunadamente, no todo es dinero en el mundo del fútbol. Que el trabajo, la humildad y los sentimientos no se pueden comprar. En definitiva, y por suerte para los que amamos este deporte, todavía nos quedan Atletis y Liverpools a los que admirar.

jueves, 3 de abril de 2014

Castalla. A pesar de tot.

Fa uns dies llegia que un regidor de l’Ajuntament de Castalla s’havia construït una edificació sense llicència al nostre poble, és a dir, de forma il·legal. Desgraciadament, no és l’únic cas que salpica als nostres polítics últimament, ja que estem acostumant-nos, en els darrers temps,  a que a la premsa tan sols es parli de Castalla per llicències il·legals, corrupció, mocions de censura, malgastament econòmic o Plens de l’Ajuntament vergonyosos. Em venen al cap dos casos prou recents. Un és el famós concert de Maldita Nerea a l’estiu de 2012. Anem a vorer, jo no tinc res en contra d’aquest grup ni dels castelluts i castelludes que van anar, tot el contrari. Està bé que s’organitzen coses per a la joventut, però tot té un preu. Els 30.000 euros de deute que “el concertet” va deixar és un preu massa alt. I més quan any rere any es retallen subvencions a associacions i clubs del poble. O altre cas més recent, el de l’obra de remodelació de la Avinguda República Argentina que costarà 170.000 euros. Jo em pregunto: realment fa falta gastar-se ahi eixe dineral, mentre els xiquets del Rico Sapena donen classes en barracons o el Casc Antic es cau a trossos? El problema de tot açò, apart de les conseqüències directes que té, és la imatge tan dolenta que del poble es deixa per ahi. Perquè Castalla i els castelluts no som això. El nostre poble té moltes coses, i molt bones. I va bé de tant en tant recordar-ho.

Vaig a començar per l’àmbit esportiu, on estic ficat des de fa anys, més concretament al futbol. El Castalla C.F. pot presumir de ser un dels equips de base referents a la comarca, amb quasi 200 fitxes entre jugadors i entrenadors, i fa sense dubte un gran paper en la formació de la nostra joventut. Al igual que els clubs de Bàsquet, Ciclisme, Atletisme, Futbol Sala, Pilota Valenciana, Judo i demés activitats que es desenvolupen al Poliesportiu. I és que l’esport aporta valors molt importants, apart de contribuir en allunyar als més joves d’altres temptacions.

A nivell cultural també podem estar ben orgullosos. L’Agrupació Musical Santa Cecilia és punt d’encontre de molts castelluts, i d’on han eixit i estan eixint grans músics, al igual que del Grup de Dolçainers i Percussió El Sogall o l’Ateneu Musical Sant Roc. La tasca que fan el Grup de Danses i Cançons o el Grup de Teatre Agrucom és també de destacar, així com els grupets musicals que ja van sent un nombre important al poble, amb els xics de Pellikana al capdavant.

A l’àmbit laboral Castalla és altre referent. Molts castelluts, i també forasters, tenen al nostre polígon industrial el seu lloc de treball, on es desenvolupen multitud d’empreses rellevants a nivell comarcal, nacional i fins i tot internacional, com Actiu o Puertas Castalla per exemple. Tan sols són uns pocs exemples d’entitats que fan una gran llavor en el dia a dia del poble, però la llista és tan llarga que hem donaria per a un parell d’articles.

Per altra banda, la situació geogràfica on es troba Castalla es envejable. Rodetjada d’unes fantàstiques serres, el paratge natural del terme castellut és insuperable, amb meravellosos raconets, i ben bé que ho gaudeixen els castelluts cada cap de setmana amb eixides amb bici, cotxe o inclús a peu. A més a més, estem a escassos trenta minuts de la platja. També visiten la capital de La Foia molts forasters, sobretot cridats per la gran oferta gastronòmica que tenim, on destaquen els gaspatxos per damunt de tot, com no.

Però si per alguna cosa destaca el nostre poble és per la multitud d’actes que hi ha al llarg de l’any. Quasi encara amb la ressaca dels Nadals arriba la desfilada de Carnestoltes, i de seguida el Mig Any. Per a mi és un dels dies més xulos, i així es nota a les cares de tots els castelluts, que després de molts mesos tornem a notar eixa “oloreta a festes”. Els següents esdeveniments són ja la Setmana Santa, amb les acampades i dinars en casetes, i les fogueres de Sant Francés. A la segona setmana de Maig arriba la Fira de Sant Isidre, amb tots els seus productes i activitats, i la Presentació de la Reina i les Dames de Festes ens marca l’inici de l’estiu. Un estiu del que pocs pobles i ciutats poden presumir. Perquè el estiu de Castalla és el millor. Així de clar. I sobretot el mes i mig final, on des de Sant Jaume (possiblement el millor dia per a un fester), passant per la Setmana de Vaca, Pregó Fester i finalment les Festes de Moros i Cristians, els castelluts gaudim com a xiquets, perquè no dir-ho. Ja al tram final de l’any, tots ens tornem a vorer en festes com Catalinetes o L’Olleta d’Hivern, als locals de Moros Blaus i Mariners, respectivament, per a arribar de nou als esperats dies de Nadal. Vamos, que estem ben entretinguts.

I ja per acabar, la conclusió a la que vull arribar és ben simple. Encara que hi haja gent obstinada en deixar una mala imatge del nostre poble, esteu tranquils que no ho aconseguiran. Ja arriben tard. Sobretot estic parlant de cara als forasters, perquè a la gent castelluda no fa falta convèncer-la. Nosaltres sabem que Castalla, sense cap tipus de dubte, és un gran poble. I podem dir-ho ben fort: estem orgullosos de ser castelluts… a pesar de tot.