"Las críticas no serán agradables, pero son necesarias". Winston Churchill.

miércoles, 30 de abril de 2014

La magia del Palau

Una gesta. Eso era lo que tenían que hacer los jugadores de la sección de balonmano del Barcelona el pasado Sábado en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de Europa. Y es que en la ida, en el peor encuentro de la Temporada, los azulgranas se vieron totalmente superados por los alemanes del Rhein-Neckar Lowen. Los de Xavi Pascual, claros favoritos a principios de curso para la Final Four de Colonia por su impresionante plantilla, estuvieron irreconocibles en esos fatídicos 60 minutos en tierras germanas, donde sobretodo en defensa hicieron aguas. El 38-31 final ponía muy cuesta arriba el pase de los catalanes a las semifinales.

Sin embargo, y por suerte, en el mundo del deporte hay lugares con algo especial. Escenarios que no entienden de lógicas, de dificultades, o de tácticas. Sitios donde todo es posible, donde al sentarte en las gradas un escalofrío te recorre el cuerpo, o donde al pisar la superficie de juego sientes que jugarás con uno más (si eres local) o con uno menos (si eres visitante). Y uno de esos lugares es el Palau Blaugrana. Un recinto viejo y pequeño, que en pocos años será demolido y sustituido por otro debido a las condiciones que ahora exigen FIBA y EHF, pero que como decimos conserva una mística especial. Y es que su historia está repleta de fechas memorables, sobretodo en cuanto al balonmano. Ya en los años 80 y 90, con el gran Valero Rivera al frente, tuvieron lugar remontadas increíbles. En las dos décadas que el aragonés estuvo al frente de los azulgranas hasta en 12 veces se consiguió darle la vuelta a la eliminatoria, ante rivales de todos los rincones de Europa. En lo que llevamos de siglo XXI, tres han sido los equipos que lo han padecido. El Kiel alemán (3 veces), el Celje esloveno (2) y el Montpellier francés (2). La última remontada tuvo lugar el año pasado mismo, cuando el Atlético de Madrid traía una cómoda renta de 5 goles de la capital (25-20), en los cuartos de final de la máxima competición continental. Sin embargo, los de Talant Dujshebaev vivieron una auténtica pesadilla en el Palau, y los culés les pasaron por encima (32-24) con un inmenso Siarhei Rutenka (11 goles).

El reto esta vez era si cabe más difícil. A pesar de todos estos precedentes, nunca el Barcelona había logrado superar una desventaja de 7 goles, a excepción de las dos primeras remontadas, allá por 1985. Pero a medida que se iba acercando el partido, los protagonistas iban tomando conciencia de la posibilidad del milagro. “Estoy seguro de que lo haremos entre todos”, decís el capitán Víctor Tomás los días previos, igual de esperanzador que el míster Xavi Pascual: “Mañana espero 6 goles del Palau”. También mostraban confianza dos pesos pesados del vestuario como Rutenka: “Necesitamos al público del Palau, ellos son la fuerza, son los goles, son las paradas… con ellos lo haremos posible”, o Viran Morros: “Hay jugadores del Rhein-Neckar que no han jugado nunca en el Palau y eso se puede notar”. Incluso los rivales empezaban a ver fantasmas, como Gedeón Guardiola, que junto a su hermano son los únicos españoles en el conjunto bávaro, y que decía: “Mis compañeros no son tan conscientes, como Isaías o como yo, de la magia del Palau. Allí se han logrado remontadas históricas en Europa”. También su entrenador Gudmundsson avisaba: “Esto no está hecho. Un equipo como el Barça puede levantar esos 7 goles en minutos”

Y por fin llegó el Sábado. A las 20:15 de la tarde, hora en que comenzaba el encuentro, no cabía ni un alfiler en el pabellón azulgrana, donde ya desde el calentamiento la afición animaba sin cesar. Alentados por tal ambiente, los locales salieron desde el pitido inicial totalmente mentalizados, pero las férreas defensas 6-0 y las paradas de Sterbik y Landin evitaban que algún equipo se fuera en el marcador. Incluso en el minuto 22 los visitantes lograban adelantarse (9-10), poniendo aún más difícil la gesta. Pero en ese momento todo cambió. Xavi Pascual decidió colocar a Karabatic a organizar el ataque culé (hasta el momento sólo estaba jugando en defensa), y el genial jugador galo se echó el equipo a las espaldas. 3 goles suyos y otro de Juanín García en el último segundo le daban la vuelta al marcador y dejaban todo abierto al descanso (15-11). La segunda parte comenzó con la misma tónica, y un inicio arrollador de los culés dejaba la eliminatoria a un solo gol en el min.15 (22-16). Con un inmenso Sterbik atrás, que lo paraba todo, y un inspirado Karabatic delante, la remontada parecía estar más cerca que nunca. Pero nada de eso. El Rhein-Neckar Lowen, un auténtico equipazo, no se vino abajo y una gran reacción les llevó a recortar hasta -3 en el min.21 (24-21). Entonces, llegó otra gran decisión del entrenador catalán. Consciente de que en ese momento se estaba decidiendo la eliminatoria, pidió tiempo muerto, refrescó las ideas y junto al capitán Víctor Tomás arengó con todas sus fuerzas a los jugadores. Y estos, como no, reaccionaron. Dos tantos de Raúl Entrerríos y otro de Rutenka volvían a colocar el +6 (27-21), y un penalti parado por Sterbik a continuación cortaba las alas al rival. Fue, quien si no, el gran capitán quien culminaría la remontada en el min.25 (28-21), y el Palau se venía abajo. La afición culé llevaba en volandas a su equipo, y con el tanto de Lazarov (30-21), parecía que todo estaba hecho. Sin embargo, no hay remontada sin sufrimiento, y así quedó reflejado cuando a falta de 30 segundos los alemanes ponían el 31-24, y amenazaban con echarlo todo por tierra con un gol más. Afortunadamente no acertaron en su último lanzamiento y los locales se clasificaban por el mayor valor de los goles como visitante. Jugadores y técnicos saltaron entonces como locos a la pista para celebrarlo, mientras las gradas seguían vibrando. Fue un auténtico partidazo en conjunto, pero hay que destacar dos nombres por encima del resto: Arpad Sterbik y Nikola Karabatic. El primero fue decisivo con sus paradas, y eso a pesar de haber forzado para llegar al encuentro (incluso se le veía con una ligera cojera). Y el segundo, qué decir de él. Ver cómo un tío que lo ha ganado todo, tanto a nivel de clubes como con su selección, se tira al suelo a por cada balón y lo da todo en defensa y en ataque es simplemente emocionante. Esa entrega y sus 7 goles dejaron claro por qué es considerado el mejor jugador del mundo. Tampoco faltaron a la cita las otras dos grandes bazas del equipo, Víctor Tomás (6 tantos) y Shiarei Rutenka (5), y es que era uno de esos partidos para los grandes.

De esta forma, el Palau vivió el Sábado otra tarde más para la historia, y el Barcelona estará en la Final Four de Colonia dentro de un mes. Y es que, como dijo en su día Juan Gómez ‘Juanito’ del Santiago Bernabéu, y adaptándolo al balonmano, 60 minutos en el Palau son muuuy largos.

lunes, 14 de abril de 2014

Atletis y Liverpools

Apasionante se presenta el último mes de competición en las dos ligas de fútbol con más prestigio del mundo, la Liga española y la Premier inglesa. Y en ambas, curiosamente, los líderes son dos equipos con los que nadie contaba, Atlético de Madrid y Liverpool. Colchoneros y reds sueñan con levantar un trofeo que se les está resistiendo demasiado tiempo teniendo en cuenta su historia: 18 y 24 años respectivamente, ni más ni menos. La verdad es que en ambos casos se rompe con la tendencia de los últimos años, donde sólo los clubes más poderosos económicamente tenían opciones, léase Real Madrid, Barcelona, Chelsea o los dos de Manchester.

La hazaña (porque no tiene otro nombre) que están realizando los del Calderón y los de Anfield es impresionante, demostrándonos que nada es imposible en el deporte, aunque tu presupuesto para competir sea muy inferior al de otros. Es un mensaje esperanzador, la verdad. Y es que Atleti y Liverpool representan la tradición, la humildad, el trabajo bien hecho, la confianza en el colectivo, el amor por unos colores… y muchas cosas más. Para mí, hay dos nombres que representan perfectamente todo esto: Simeone y Gerrard. El argentino está demostrando el pedazo de entrenador que es, en todos los sentidos, y el hecho de que haya elegido al club del Manzanares como su destino estos años dice mucho de lo que siente por ese club, donde ya era un ídolo como jugador. Y es que ya nadie duda de que dispone de ofertas sobre la mesa mucho más suculentas. Como las que tuvo en su momento el eterno capitán del Liverpool. Chelsea y Madrid estuvieron muy interesados en ficharle, ofreciéndole un sueldo mucho mayor al de su club, pero Steven prefirió seguir su corazón y quedarse en casa. Ha dicho más de una vez que no piensa retirarse sin ser campeón con “su Liverpool”, y el sueño está a punto de cumplirse.


Si analizamos ambos clubs, observamos un evidente paralelismo. Hasta el año del doblete, el Atleti competía de tú a tú con Real Madrid y Barcelona. Es más, hasta pocos años antes no estaba nada claro qué equipo era el segundo de España, si colchoneros o culés. Pero tras aquel 1996, todo pareció ir a peor. Multitud de jugadores y entrenadores pasaban por el club, sin conseguir nunca estabilidad, e incluso tuvieron que lidiar con 2 años en Segunda División. Tan sólo en los últimos años se había producido alguna alegría, con triunfos en la Copa del Rey y la Europa League, pero lejos de competir con Madrid y Barça en Liga. A pesar de todo, el Atleti nunca ha dejado de ser un grande de España. Y eso, en gran parte, ha sido por su grandísima afición. Un ejemplo: en sus años en Segunda registraron su récord histórico de abonados. Sencillamente increíble. El fantástico spot que el club sacó en 2006 define muy bien el sentir de sus aficionados todos estos años:



Y si el Atleti es un club con historia, qué decir del Liverpool. Nadie le supera en cuanto a grandeza en la Premier, a pesar también de su larga travesía en el desierto desde principios de los noventa. En su caso, sin embargo, sí es cierto que se encontró con un oasis, los años de Rafa Benítez. En ellos compitió muy bien en la Champions League, con dos finales y un título incluidos, pero siempre lejos de los grandes en la competición doméstica, donde de verdad se ve el nivel de un equipo. Y es que en las dos últimas décadas prácticamente nunca ha tenido opciones de conquistarla. Y al igual que los colchoneros, también los reds pueden presumir orgullosos de su afición. Esa que nunca ha dejado de llenar Anfield, en las buenas y en las malas, y que nos sigue asombrando antes de cada partido: 



La realidad es que a cinco jornadas para el final en España y cuatro en Inglaterra, las opciones de ambos son muy, muy altas. En el caso de los madrileños, además, siguen vivos en la Champions League. Pero a pesar de todo, si al final no lo consiguen, tampoco importará. El mérito ya está hecho. Y es que con lo logrado hasta ahora ya nos han demostrado que, afortunadamente, no todo es dinero en el mundo del fútbol. Que el trabajo, la humildad y los sentimientos no se pueden comprar. En definitiva, y por suerte para los que amamos este deporte, todavía nos quedan Atletis y Liverpools a los que admirar.

jueves, 3 de abril de 2014

Castalla. A pesar de tot.

Fa uns dies llegia que un regidor de l’Ajuntament de Castalla s’havia construït una edificació sense llicència al nostre poble, és a dir, de forma il·legal. Desgraciadament, no és l’únic cas que salpica als nostres polítics últimament, ja que estem acostumant-nos, en els darrers temps,  a que a la premsa tan sols es parli de Castalla per llicències il·legals, corrupció, mocions de censura, malgastament econòmic o Plens de l’Ajuntament vergonyosos. Em venen al cap dos casos prou recents. Un és el famós concert de Maldita Nerea a l’estiu de 2012. Anem a vorer, jo no tinc res en contra d’aquest grup ni dels castelluts i castelludes que van anar, tot el contrari. Està bé que s’organitzen coses per a la joventut, però tot té un preu. Els 30.000 euros de deute que “el concertet” va deixar és un preu massa alt. I més quan any rere any es retallen subvencions a associacions i clubs del poble. O altre cas més recent, el de l’obra de remodelació de la Avinguda República Argentina que costarà 170.000 euros. Jo em pregunto: realment fa falta gastar-se ahi eixe dineral, mentre els xiquets del Rico Sapena donen classes en barracons o el Casc Antic es cau a trossos? El problema de tot açò, apart de les conseqüències directes que té, és la imatge tan dolenta que del poble es deixa per ahi. Perquè Castalla i els castelluts no som això. El nostre poble té moltes coses, i molt bones. I va bé de tant en tant recordar-ho.

Vaig a començar per l’àmbit esportiu, on estic ficat des de fa anys, més concretament al futbol. El Castalla C.F. pot presumir de ser un dels equips de base referents a la comarca, amb quasi 200 fitxes entre jugadors i entrenadors, i fa sense dubte un gran paper en la formació de la nostra joventut. Al igual que els clubs de Bàsquet, Ciclisme, Atletisme, Futbol Sala, Pilota Valenciana, Judo i demés activitats que es desenvolupen al Poliesportiu. I és que l’esport aporta valors molt importants, apart de contribuir en allunyar als més joves d’altres temptacions.

A nivell cultural també podem estar ben orgullosos. L’Agrupació Musical Santa Cecilia és punt d’encontre de molts castelluts, i d’on han eixit i estan eixint grans músics, al igual que del Grup de Dolçainers i Percussió El Sogall o l’Ateneu Musical Sant Roc. La tasca que fan el Grup de Danses i Cançons o el Grup de Teatre Agrucom és també de destacar, així com els grupets musicals que ja van sent un nombre important al poble, amb els xics de Pellikana al capdavant.

A l’àmbit laboral Castalla és altre referent. Molts castelluts, i també forasters, tenen al nostre polígon industrial el seu lloc de treball, on es desenvolupen multitud d’empreses rellevants a nivell comarcal, nacional i fins i tot internacional, com Actiu o Puertas Castalla per exemple. Tan sols són uns pocs exemples d’entitats que fan una gran llavor en el dia a dia del poble, però la llista és tan llarga que hem donaria per a un parell d’articles.

Per altra banda, la situació geogràfica on es troba Castalla es envejable. Rodetjada d’unes fantàstiques serres, el paratge natural del terme castellut és insuperable, amb meravellosos raconets, i ben bé que ho gaudeixen els castelluts cada cap de setmana amb eixides amb bici, cotxe o inclús a peu. A més a més, estem a escassos trenta minuts de la platja. També visiten la capital de La Foia molts forasters, sobretot cridats per la gran oferta gastronòmica que tenim, on destaquen els gaspatxos per damunt de tot, com no.

Però si per alguna cosa destaca el nostre poble és per la multitud d’actes que hi ha al llarg de l’any. Quasi encara amb la ressaca dels Nadals arriba la desfilada de Carnestoltes, i de seguida el Mig Any. Per a mi és un dels dies més xulos, i així es nota a les cares de tots els castelluts, que després de molts mesos tornem a notar eixa “oloreta a festes”. Els següents esdeveniments són ja la Setmana Santa, amb les acampades i dinars en casetes, i les fogueres de Sant Francés. A la segona setmana de Maig arriba la Fira de Sant Isidre, amb tots els seus productes i activitats, i la Presentació de la Reina i les Dames de Festes ens marca l’inici de l’estiu. Un estiu del que pocs pobles i ciutats poden presumir. Perquè el estiu de Castalla és el millor. Així de clar. I sobretot el mes i mig final, on des de Sant Jaume (possiblement el millor dia per a un fester), passant per la Setmana de Vaca, Pregó Fester i finalment les Festes de Moros i Cristians, els castelluts gaudim com a xiquets, perquè no dir-ho. Ja al tram final de l’any, tots ens tornem a vorer en festes com Catalinetes o L’Olleta d’Hivern, als locals de Moros Blaus i Mariners, respectivament, per a arribar de nou als esperats dies de Nadal. Vamos, que estem ben entretinguts.

I ja per acabar, la conclusió a la que vull arribar és ben simple. Encara que hi haja gent obstinada en deixar una mala imatge del nostre poble, esteu tranquils que no ho aconseguiran. Ja arriben tard. Sobretot estic parlant de cara als forasters, perquè a la gent castelluda no fa falta convèncer-la. Nosaltres sabem que Castalla, sense cap tipus de dubte, és un gran poble. I podem dir-ho ben fort: estem orgullosos de ser castelluts… a pesar de tot.