"Las críticas no serán agradables, pero son necesarias". Winston Churchill.

lunes, 2 de junio de 2014

¿D-E-M-O-C-R-A-C-I-A?

El Rey Juan Carlos abdica. Esta misma mañana anunció su renuncia a la Corona, alegando que es hora de dejar paso a las nuevas generaciones, en referencia al Príncipe Felipe. Aunque esa haya sido la versión oficial, su notable deterioro físico y la fuerte caída de popularidad de la Monarquía entre los españoles parecen haber sido los verdaderos motivos de su marcha, y por los que haya decidido dar un nuevo impulso a la institución dando paso a su hijo. El Rey se va, pero la monarquía parece que sigue. Ante el inminente nombramiento de Felipe VI, es el momento de ir al fondo de la cuestión, de analizar si en pleno siglo XXI, y con una España totalmente ya democratizada, es necesaria o no su figura.

La verdad es que los últimos años han sido una auténtica pesadilla para la Casa Real, principalmente por dos motivos. El primero, la implicación de Iñaki Urdangarín en el caso Nóos, por el que se le acusa de desviar dinero público a través de tal Instituto. A pesar de que desde Zarzuela intentaron desmarcarse rápidamente, apartándole de los actos públicos por su comportamiento “no ejemplar”, la reciente imputación también de su mujer, la Infanta Cristina, ha salpicado ya definitivamente a la Corona. El segundo foco de polémica lo forman los escándalos aparecidos últimamente sobre la vida privada del Rey, como sus cacerías por África (conocidas a causa de su fractura de cadera en Botswana en 2012) o su misteriosa relación con la Princesa Corinna, supuesta “asesora” del monarca en sus viajes. Todo esto ha provocado una caída en picado de la imagen de los Borbones entre los ciudadanos, y más aun teniendo en cuenta la situación económica y social en que nos encontramos. Estamos sin duda ante el momento más bajo de la Monarquía española en sus 40 años de reinado, siempre alabada por el papel que tuvo en la Transición. A mi este tema siempre me ha hecho mucha gracia. Nos hemos hartado de escuchar agradecimientos al Rey por cómo terminó con la Dictadura, por instaurar la democracia como forma de Gobierno, por no ponerse de parte de los golpistas el 23-F… ¡faltaría más! Lo raro y lo alarmante, digo yo, es que no hubiera hecho todo eso… simplemente hizo lo que tenía que hacer. No podemos agradecerle “no querer ser” otro dictador, no sé si me explico… Todos estos “méritos” le otorgaron una muy buena imagen (incluso fuera de nuestro país, donde en general está bien considerado), y evitaron que se debatiera entre Monarquía o República con tanta fuerza como hasta ahora. Aprovechando su renuncia, ha llegado el momento de plantearlo. Si España es de verdad una democracia consolidada (como por cierto han repetido esta mañana tanto él como Rajoy), ¿qué hay de malo en realizar un Referéndum y escuchar a la gente? ¿Puede haber algo más democrático que eso?

En mi opinión, llegó la hora de la República. Cuatro décadas después de la muerte de Franco, España es un país maduro, el sistema de partidos políticos funciona con total normalidad, y el Rey no tiene ya ninguna función. Si Felipe es tan inteligente y tan preparado como dicen, debería escuchar al pueblo. Sería lo más inteligente… y lo más democrático. Como lo sería también poder elegir entre todos al Jefe del Estado cada cuatro años. Eso sí es de verdad una D-E-M-O-C-R-A-C-I-A. Con todas las letras.