Hoy,
6 de Octubre de 2014, se ha producido la noticia que nadie quería escuchar
relacionada con el virus Ébola, por las terribles consecuencias que puede
traer. A media tarde hora española, se hacía público el primer caso de contagio
fuera de África. Y sí, ha sido en España. Una auxiliar de enfermería gallega,
de 40 años, es la desgraciada protagonista, la cual fue una de las 30 personas
que trató en el Hospital Carlos III de Madrid a los dos sacerdotes españoles
infectados en Liberia y Sierra Leona. Ambos fueron repatriados en los últimos
meses a España para ser tratados, pero finalmente fallecieron. La mujer comenzó
a notar síntomas el 30 de Septiembre, y hoy ya en el primer análisis dio
positivo. El segundo lo confirmó.
Una
desgracia de esta magnitud exige de grandes responsables. Toca mirar arriba.
Sin dejar de lado la responsabilidad que seguro también tendrán los altos
cargos del Hospital y los jefes de departamento correspondientes, las
miradas deben ir al Ministerio de Sanidad. A finales de 2011, Ana Mato fue
nombrada Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y en concreto esta
era la Sanidad que recogía, según un informe publicado en 2010 por la revista norteamericana Newsweek:
Pues
bien, su gestión durante estos casi 3 años no ha podido ser más desastrosa. El
sistema sanitario ha sido, junto al educativo, uno de los sectores que más ha
sufrido los recortes que el Gobierno de Rajoy lleva aplicando durante toda esta
legislatura. Menos mal que en su programa electoral nos prometieron que esos
eran los dos pilares que no se iban a tocar… Un sistema sanitario que presumía
de ser público, universal y gratuito se ha ido degradando completamente, con cada
vez menos dinero invertido, la aparición de los copagos farmacéuticos, la
reducción de personal y material médico en hospitales, las largas listas de
espera,…etc. Por si fuera poco, el nombre de la Ministra también ha aparecido
en las investigaciones de la famosa “Trama Gürtel”, el caso de corrupción que
se ha convertido en un auténtico cáncer para el PP. Pero lo más alarmante es que
todo este historial ya lo tenía a sus espaldas apenas unos meses después de
entrar en el Gobierno, como le recordaban en el Congreso hace ya año y medio:
Como
podemos ver, el caso del Ébola ha sido sólo la punta de un enorme iceberg. Iceberg
o bola de nieve, lo que prefiráis. Una bola que cada vez es más grande y que
cae cuesta abajo como lo hace nuestro país. Un país donde cada vez la gente lo
pasa peor, con menos clase media y más pobreza, pero donde las grandes fortunas
cada vez tienen más dinero. Increíble. En cualquier país medianamente serio ya
habría habido dimisiones, pero esto es España señores. Aquí nadie dimite. La
incompetencia parece no tener castigo, y eso en un político debería ser
imperdonable. Estoy de acuerdo con Madina: esta señora (como muchos de sus
compañeros) debería estar fuera del Gobierno desde hace ya meses. Pero nada, ahí
sigue. Y ahí sigue aún a estas horas, 10 después ya de que se haya conocido el
primer contagio de Ébola fuera de África. Y sí, ha sido en España. Nada ocurre por casualidad.
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