Venimos presenciando los últimos meses diversos
intentos (en algunos casos finalmente llevados a cabo) de censuras en medios de
comunicación de nuestro país, mediante presiones de distinta índole. Me llaman la atención dos casos especialmente, ocurridos en estas últimas semanas,
sobre todo por la distinta reacción de gran parte de la opinión pública ante
ellos.
A finales de Marzo conocíamos la decisión de Mediaset
de apartar de la dirección del programa matinal “Las Mañanas de Cuatro” al
periodista Jesús Cintora. La cadena argumentaba que deseaba ratificar su
objetivo de informar, y no formar, a sus espectadores a través del pluralismo.
Consideraban por tanto que el presentador se posicionaba en exceso. Sin
embargo, en los días posteriores se supo que la decisión fue debida a fuertes
presiones por parte del Gobierno del PP, dentro del cual numerosas personas se
venían sintiendo molestas por las informaciones y opiniones que se expresaban
en el programa, el cual por otra parte gozaba de una excelente audiencia. La
noticia causó un gran revuelo en las redes sociales, denunciando una censura a
la libertad de expresión propia de otros tiempos. Incluso desde el portal web
Change.org se formuló una petición para que se readmitiera a Cintora, la cual a
los pocos días ya contaba con más de 100.000 firmas. Ese mismo número de apoyos
aproximadamente es el que tiene de momento otra petición, también promovida
desde Change.org. En este caso exigen la cancelación del programa “Mujeres y Hombres
y Viceversa” de Telecinco, otro de los espacios con más audiencia del grupo
Mediaset. Resumiendo, se quejan de que “no aporta nada a la sociedad, no es un
programa adecuado en horario infantil y se debe cambiar por otro de mejor
contenido que contenga algo de interés”. Además, señalan como colofón a su
demanda el poco tacto que tuvieron algunos de sus espectadores cuando se
quejaron en redes sociales por el retraso en su emisión el mismo día que tenía
lugar el accidente del avión de Germanwings en los Alpes.
Personalmente al no ver mucha tele no puedo opinar pero creo que lo de MHYV es un insulto no ya a la inteligencia,sino a la simple consideración de ser humano y/o persona.
ResponderEliminarAlguien debe haberse dado cuenta.
O habrán sido los comentarios que provocó su retraso en la emisión tras el accidente de Germanwings?
Tengo entendido que son de una alta calidad humana y de una empatía extraordinaria.
Jejeje.
Pero bueno que tampoco me sorprende de nada.
Un saludo.
Es que la telebasura no hace pensar, por eso no es peligrosa para ninguna formación política. Todo lo contrario: tiene una función anestesiadora y aborregadora. Por eso sigue sin problemas.
ResponderEliminarUn saludo.
No se, yo lo veo diferente. Yo defiendo que haya contenido de todo tipo (informativo, cultural, entretenimiento, corazón...etc) para cubrir todos los gustos de la gente. Que cada uno vea lo que quiera. Soy incapaz de llamar telebasura a algo sólo porque no me guste o porque no aporte nada cultural.
ResponderEliminarSaludos a los dos!!
Hola! Pensaba que te había añadido. Ahora si que sí estás entre mis blogs.
ResponderEliminarUn abrazo!
La verdadera libertad de expresión es saber cuándo apagar el televisor, cuándo comprar otro periódico, cuándo cambiar el dial de la radio...
ResponderEliminarSalu2.
Prohibir o restringir la libertad de expresión, pienso que se vuelve en contra de quien lo prohibe. Y más con internet, que aunque tratan de controlar, aún nos facilita muchas cosas.
ResponderEliminarGracias por tu visita, me gusta encontrar personas que opinan sobre actualidad.
No veo apenas tele, me caía bien Cintora porque coincidía con la comida, del otro programa no puedo opinar. Lo que sucede es que la gente ve un poco lo que se le pone. Ya te enlacé, disculpa el retraso, un abrazo.
ResponderEliminar