"Las críticas no serán agradables, pero son necesarias". Winston Churchill.

domingo, 12 de enero de 2020

No trates de entenderlo

Está bien que debatamos sobre todo y que cada uno exponga su opinión sobre lo que le plazca. Afortunadamente vivimos (aún) en una sociedad libre, donde la libertad de expresión está por encima de todo y así debería seguir siendo. Se discute sobre casi todo, principalmente en ese gran foro que son las redes sociales, pero a menudo son protagonistas los debates más incomprensibles.

Fuente: Marca
La última gran polémica en Twitter la ha causado la portada de hoy de Marca. Una portada sin titular alguno, lo que ya nos demuestra la intención puramente descriptiva de la misma, con una gran foto de un matrimonio posando con las camisetas de Atlético y Real Madrid. El hombre posa sonriente de rojiblanco, y la mujer aparece con el burka negro, que únicamente deja visibles sus ojos, sujetando la madridista ante la imposibilidad de ponérsela. La imagen únicamente se acompaña con los nombres de los dos equipos y el lugar donde se jugará, además con un estilo de letra árabe. No sé qué más debería haber hecho Marca para demostrar que su intención es la de reflejar la cruda realidad de ese país. Su director se ha visto obligado a salir esta mañana y confirmar esa intencionalidad. Es en el fondo una crítica encubierta hacia la Federación por haber llevado la Supercopa a un lugar así. Si nos molesta tanto esa imagen es porque a lo mejor no deberíamos haber llevado nuestro fútbol a un país así. No debemos olvidar que el periodismo sobre todo está para contarnos las cosas que ocurren, por muy duras que estas sean, y no para mostrarnos lo que nos gustaría que pasase. De la misma manera que hace unas semanas se criticaba a los que acusaban a alguien de simpatizar con el nazismo en lugar de criticar al que simpatiza con el nazismo, ahora se ataca a un periódico que muestra la realidad machista de un país en lugar de atacar esa realidad machista. Que alguien me lo explique.

Lo va a tener muy difícil el nuevo gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Por un lado porque ninguno de los dos se acaba de fiar del todo del otro, y no estamos acostumbrados en España a gobiernos de coalición. No somos tan europeos como pensábamos. Y por otro por el acoso y derribo al que se enfrentarán desde la oposición. De hecho incluso antes de empezar a gobernar ya lo están sufriendo. Se le reprocha a Pedro Sánchez la elección de sus aliados. Se le acusa de querer gobernar con comunistas cuando el Pablo Iglesias de hoy es casi más socialdemócrata que Felipe González. Mientras unos esperan que se empiece a racionalizar el pan o a quemar iglesias en unos días, el propio Iglesias admitía el otro día que se ha acordado un programa de gobierno "muy moderado pensando en Europa". Los últimos meses han confirmado el cambio de estrategia de Podemos, mucho más cuidadoso en las formas y más abierto al pacto con el PSOE. Se escenificó sobre todo en los debates electorales, donde cualquiera diría que el atril morado lo ocupaba Errejón en lugar de Iglesias de no ser por la barba y la coleta. Pero poco importa esto para los que desean otra realidad para así aspirar a volver al poder. Los que se llenan la boca de golpes de Estado, Torra o Puigdemont mientras el apoyo al independentismo en la sociedad catalana ya va casi por el 50%. Hace quince años no llegaba al 15%. ¿Alguien duda de que si no se hace nada dentro de poco llegarán al 70% y entonces sí tendremos un gran problema? Tampoco parece importar que ya no se mate en el País Vasco. El otro día en el Congreso apenas pudo terminar su intervención la portavoz de BILDU, pese a utilizar unas formas y un tono de lo más correctos. Pero no se le perdonó que criticara al Rey. "Asesinos, asesinos", se llegó a escuchar desde las bancadas. A los mismos que se les decía hasta hace unos años que no serían representantes legítimos hasta que no dejaran de matar ahora se les dice que nos son legítimos porque antes mataban. Que alguien me lo explique.

Y en el plano internacional la última gran polémica es el asesinato la semana pasada por parte de las fuerzas de inteligencia de Estados Unidos del general de más alto rango de Irán y número dos del país, Qassem Suleimani. Desde la Casa Blanca se justifica diciendo que este "planeaba hacer saltar por los aires la Embajada estadounidense en Irak", lo que recuerda mucho a aquello de "es que pensábamos que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva". Lo cierto es que la operación se llevó a cabo por orden directa de Trump, sin plantear la cuestión siquiera al Capitolio y mucho menos a las Naciones Unidas. También de la misma manera que Bush encendió la mecha en Irak hace casi veinte años, desestabilizando una región que ya hemos visto cómo ha quedado. Pero se trata una vez más de demostrar la fuerza de Estados Unidos, aunque sea a riesgo de iniciar una nueva guerra, esta vez sí con la amenaza real de las armas nucleares que posee Irán. Que alguien me lo explique.

Es verdad que cuando empezábamos a transitar por este nuevo milenio esperábamos grandes cosas del futuro, tras un siglo XX tan convulso. Pero hoy, ya en 2020, nos encontramos ante un mundo donde triunfan Trump, Bolsonaro o VOX. Un mundo donde el odio se impone al amor, donde se necesita de un enemigo para seguir viviendo, o nos equivocamos eligiendo al enemigo... no sé qué es peor. Definitivamente es lo que que hay. No trates de entenderlo.

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