"Las críticas no serán agradables, pero son necesarias". Winston Churchill.

martes, 18 de marzo de 2014

A orillas del Mediterráneo

En estos últimos meses estamos siendo testigos de un aumento significativo del sentimiento nacionalista en Cataluña. Al igual que en otras zonas de España como Galicia o Euskadi, los catalanes siempre se han sentido orgullosos de su particular cultura, lengua y costumbres. Y es que, si lo miramos objetivamente, esas tres regiones tienen particularidades que las diferencian del resto del país, de eso no hay duda. Últimamente los sentimientos se están radicalizando debido a la mala situación del país, y gran parte de los catalanes exigen ya la independencia. Sin embargo, seria de ingenuos pensar que esta demanda se produce sólo por la crisis. En mi opinión, este sentir nacionalista siempre ha existido, sólo que en el panorama actual es más fácil que aparezca. Por tanto, es un problema de fondo y ya va siendo hora de afrontarlo.

Desde el resto de España siempre hemos mantenido el foco en ellos. En los catalanes. En lo que hacían o dejaban de hacer. Que si pitaban el himno español o no, que si sacaban una Estelada o no, que si nos hablaban en catalán o no,… y en muchos casos incluso se ha instalado la llamada “catalanofobia”. Yo, sinceramente, creo que ese no es el camino. Porque nosotros, los que no vivimos allí, también tenemos nuestra responsabilidad en el conflicto. Bajo mi punto de vista, desde España no se ha sabido valorar en su justa medida a Cataluña, en muchos ámbitos, y ahora nos alarmamos porque quieren irse. Debemos cambiar el chip, desde el último ciudadano hasta el Presidente del Gobierno, porque si no será ya demasiado tarde. Palabras como las de Rosa Diez, líder de UPyD, que decía hace poco que el Gobierno debería suspender la autonomía de Cataluña, o el tono amenazador que se usa habitualmente desde el Gobierno, no creo que ayuden en absoluto. Los tiempos del franquismo ya pasaron. Ese lenguaje de confrontación, de pintar a los catalanes como los malos de la película, se debe cambiar por el diálogo y el entendimiento. Y es que realmente ni a unos ni a otros les interesa separarse, lo pienso de verdad. Barcelona es ahora mismo la marca turística más importante de España, y la conocen 700 millones de personas en todo el mundo. Es una ciudad fantástica, y se lo ha ganado en todos estos años formando parte de Cataluña, pero también de España. La independencia sólo contribuiría a cerrarles puertas en el exterior, sobretodo en la Unión Europea, que ya se ha posicionado a favor de la integridad de España, uno de sus miembros. Es tarea de los políticos sentarse y hablar, seguro que hay muchos ámbitos donde se pueden mejorar cosas, como temas fiscales, impositivos o cediendo más autonomía a la Generalitat en temas concretos. Y por otro lado, como decía antes, debemos hacerles ver de una vez que nos importan, y que respetamos sus particularidades. ¿Por qué no se enseña catalán, euskera y gallego en las escuelas de toda España? ¿por qué los medios de comunicación generalistas no tienen casi espacios con esos idiomas y lo abarca todo el castellano? Hay mucho margen de mejora y en muchos ámbitos. Está muy bien decir que Cataluña es parte de España y bla, bla, bla… pero hay que predicar con el ejemplo. Me vienen a la mente un par de detalles, que aunque pueden parecer ridículos simbolizarían lo que quiero decir. No pasaría nada porque el Presidente del Gobierno, en sus discursos internacionales, dijera un par de frases en los cuatro idiomas hablados en nuestro país, y no sólo en uno, así como el Rey en sus intervenciones. En definitiva, fomentar respeto y orgullo por todas las identidades que nos conforman. Porque esa es una de las riquezas que tiene nuestro país, y hay que cuidarlo.

El verano de 1992 representa muy bien a lo que me refiero. Cataluña y España, codo con codo y sin fisuras, organizaron los mejores Juegos Olímpicos de lo historia. Es el espíritu de Barcelona’92 el que hay que recuperar. Porque España necesita a Cataluña y Cataluña a España. Porque a mí, al igual que a muchos españoles, me gusta el Barça, Gaudí, Serrat o Guardiola, y me siento orgulloso de ser compatriota de ellos. Y espero seguir siéndolo, porque estoy convencido de que nos irá mejor juntos. Como ya nos ha ido hasta ahora. Y es que, al fin y al cabo, todos nacimos a orillas del Mediterráneo… 


6 comentarios:

  1. El problema viene cuando hay faltas de respeto como estas...

    http://www.youtube.com/watch?v=TEXsSTyaG2Y&hd=1

    y si miras los comentarios del video veras que son muchos los que piensan igual, y por tanto, veo normal que ante tales faltas de respeto se quieran independizar

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  2. A eso mismo me refiero yo... no es sólo un problema politico sino social. Hay que acabar con la catalanofobia ya. Genial el peridodista pasando del payaso ese.

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  3. Por eso digo lo de enseñar catalán, gallego o euskera en el colegio... está claro que seria con menos horas que las otras asignaturas base, pero seria una forma de educar desde pequeños a los chavales en la pluralidad de España, y que después no tengan ese odio a la gente que habla esos idiomas

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  4. Jesus soc Dani

    et passe un video de Iñaki Gabilondo que crec que va molt acorde en el que dius al blog. Sobretot l'ultim minut que parla de ponts d'aproximació entre els dos. En compte de fer una politica sesgadora i rancia, de "hablame en Español" o "España es una e indivisible", fer una d'aproximació, de sensibilitat amb l cultura catalana com dius tu, amb la diversitat de l'estat Espanyol. Però com diu Iñaki no es fa res...

    http://www.youtube.com/watch?v=57-pRDooyoQ&hd=1

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  5. Gran discurs Dani. Es exactament lo que jo pense, desde Madrid pareix que es trate Catalunya com una realitat administrativa, com diu Gabilondo... parlant de respetar la Constitució, de la Llei, de la ilegalitat del referèndum, de que no poden anar-se'n... i no es tracta el fons del problema, que no és altre que "reconquistar Catalunya", axo és lo que hi ha que fer. Sentar-se, dialogar i fer-los vorer lo important que és Catalunya per Espanya i viceversa. Com dic, jo als politics de Madrid els veig molt relaxats i la bola de neu va fent-se gran. El sentiment independentista català va creixent a pasos gegants i pareix que no les importe. Esperem que no siga ja massa tard...

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  6. Buen post Jesús.

    Acaba de borrarse una respuesta que te había realizado, pero se ve que no la he colocado bien. Bueno en la misma venia a decirte que comparto gran parte de tus posicionamientos, aunque discrepo de otros. Es cierto que determinadas posturas no ayudan a encontrar la senda del dialogo. Ni las amenazas de retirada de la autonomía, ni los anuncios de independencia unilateral. Pero este tema da para mucho, empezando por plantearse sin tapujos, ni ambages, que tipo de país queremos, si realmente son necesarias tantas administraciones, y si las que tenemos son las que necesitamos. Entre otras cosas. Insisto, debate si, imposiciones no. De ningún lado.

    Un saludo.

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